La diabetes, enfermedad caracterizada por un exceso de glucosa en la sangre, puede afectar a distintos órganos del cuerpo como los ojos (retinopatía diabética) o los riñones (nefropatía diabética). Un buen control de la diabetes es capaz de prevenir, retrasar o disminuir la aparición de estas y otras complicaciones propias de la enfermedad.
El mantenimiento constante de unos niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre provoca una alteración en la pared de las arterias. Como consecuencia, la sangre no llega correctamente a los tejidos y esto da lugar a un trastorno en la estructura y función de distintos órganos del cuerpo.
El mecanismo por el que el exceso de glucosa afecta a las arterias es muy complejo. Por un lado, la pared de las arterias está constituida por proteínas. La glucosa tiene tendencia a fijarse a estas proteínas y este fenómeno, a la larga, puede desestructurar la pared arterial. Por otro lado, el déficit de insulina propio de la diabetes conlleva a que la transformación de la glucosa para la obtención de energía se realice a través de un tipo concreto de vía metabólica. Como consecuencia, el organismo acumula una serie de sustancias que también pueden producir alteraciones en las paredes de las arterias.
La aparición de complicaciones en una persona diabética también depende de su susceptibilidad personal frente a los cambios provocados por los niveles elevados de glucosa.
Las complicaciones más comunes de la diabetes se presentan en los siguientes órganos y formas:
ORGANO |
COMPLICACION |
Ojo |
|
retina |
Retinopatía diabética |
cristalino |
Catarata diabética |
Riñón |
Nefropatía diabética |
Nervios periféricos y vegetativos |
Neuropatía diabética |
Grandes arterias |
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de las extremidades |
Arteriopatía diabética |
del corazón |
Angina,Infarto |
del cerebro |
Trombosis cerebral |
La retinopatía, nefropatía y neuropatía se deben a la alteración de las arterias más finas del organismo y suelen englobarse bajo el nombre de microangiopatía diabética. Para las alteraciones en las grandes arterias se reserva el nombre de macroangiopatia diabética.
Pero no hay que olvidar que todas las complicaciones de la diabetes pueden prevenirse, y la mayoría de ellas, una vez presentadas, pueden tratarse eficazmente.